Política Ambiental, COP 20, Cambio Climático, Consulta Previa, Política Cultural, Pueblos Indígenas, Comunidades. Encontrar estas palabras en el mensaje presidencial es como hallar agua en el desierto. Nada en el horizonte. Ya ni siquiera un oasis. Por ahí algún espejismo. Desde luego nos dirán que los ríos subterráneos siguen fluyendo. Es posible. Pero no dedicar ni una sola línea a la agenda medioambiental en el año en el que recibiremos la principal reunión ambiental a nivel global, es como para regar la tierra árida con lágrimas.

El verdadero mensaje presidencial vino antes. Fue la Ley de Promoción de Inversiones -con las "reformas" ambientales incluidas-. Hoy el Presidente agregó las medidas de reactivación impulsadas por el gasto público. A eso hay que sumarle las políticas sociales de educación y salud, la seguridad ciudadana y la "diversificación productiva".

Es difícil pensar en un cambio en el corto plazo. La Presidenta del Consejo de Ministros, Ana Jara, tendrá la oportunidad de subsanar -al menos en parte- estas ausencias cuando vaya al Congreso a pedir el voto de confianza. Esperamos que al menos eso ocurra. Al menos. Mientras tanto, el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Cultura seguirán haciendo malabares para intentar persuadirnos de que en el fondo, no se han debilitado. Tarea que se vuelve cada día más difícil.

P.D. En el mensaje hubo un pequeño saludo en Quechua: Ancha munaska wayque panaykuna... (Muy queridos hermanos y hermanas...).